Nuestro equipo az Tech se refiere a los nuevos desafíos en materia de Ciberseguridad en nuestro país.
En la era digital, la ciberseguridad se ha convertido en un desafío crítico para todas las naciones, y Chile no es la excepción. A medida que nuestra sociedad se vuelve cada vez más dependiente de la tecnología, la protección de nuestros derechos en el ciberespacio se vuelve fundamental para salvaguardar tanto la información personal como nuestros activos nacionales. Sin embargo, basta con mirar el escenario actual para reconocer que nuestro país todavía tiene trabajo por hacer en términos de fortalecer su postura en materia de ciberseguridad.
Uno de los principales desafíos que enfrentamos es la concientización en estos temas. Las campañas de educación y sensibilización deben ser una prioridad para garantizar que todos los ciudadanos cuenten con las habilidades necesarias para enfrentar posibles contingencias. Además, es crucial fortalecer la colaboración entre el sector público y privado en estas materias.
Las empresas y las instituciones de gobierno deben trabajar juntas para compartir información sobre las últimas amenazas y vulnerabilidades, y colaborar en la implementación de medidas de seguridad efectivas. En este sentido, la creación de un marco legal sólido que promueva la cooperación y la comunicación entre los diferentes actores también es fundamental. Es por ello, que en el último tiempo se ha trabajado en la tramitación del proyecto de Ley Marco sobre Ciberseguridad e Infraestructura Crítica de la Información. El proyecto, que actualmente se encuentra en su segundo trámite constitucional, avanza a paso firme y se espera su pronta promulgación. Sin embargo, es importante mejorar ciertos aspectos de la propuesta, como la definición clara del ámbito de aplicación de la norma para evitar la incertidumbre jurídica.
Además, es relevante destacar que la futura Agencia Nacional de Ciberseguridad contará con amplias facultades fiscalizadoras en esta materia. Sin embargo, esta situación podría generar una posible duplicidad de funciones con la futura Agencia de Protección de Datos Personales, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y otros organismos reguladores como el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC). Por lo tanto, es esencial promover una coordinación efectiva entre estos organismos para evitar conflictos de competencias y garantizar un enfoque integral en la protección de los derechos de los ciudadanos en el ámbito digital.
La experiencia comparada demuestra que es importante establecer las competencias de cada uno de los reguladores. Algunos de ellos han optado por establecer un único regulador centralizado en la ciberseguridad, por ejemplo, mientras que otros han definido mecanismos de regulación y cooperación para evitar duplicidades.
Otro aspecto relevante es la necesidad de invertir en infraestructura. Se deben destinar recursos adecuados para fortalecer los sistemas de defensa cibernética, asegurando que estén actualizados y sean capaces de hacer frente a las amenazas emergentes. Esto implica no solo la adquisición de tecnologías de vanguardia, sino también la capacitación de profesionales especializados en ciberseguridad y la promoción de la investigación y capital humano.
Por último, es esencial fortalecer lazos con otros países y organizaciones internacionales para intercambiar información, compartir mejores prácticas y colaborar en la investigación y persecución de delitos. La ciberseguridad es un desafío global que requiere una respuesta conjunta.