«NYT, propiedad intelectual y la inteligencia artificial» es el tema que aborda nuestra asociada Fernanda Rodríguez del Grupo IP, Tech and Data.
El auge en el uso de las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) es un tema complejo que ha generado diversos debates y conflictos con los derechos de autor, como lo es, ChatGPT, el cual utiliza contenido online y datos para entrenar sus sistemas. Una muestra de esta situación fue la reciente decisión del periódico The New York Times al bloquear el rastreador web de OpenAI, con el fin de evitar que la inteligencia artificial utilice información del diario para entrenar y mejorar sus algoritmos.
Una de las grandes preocupaciones de los medios de comunicación es que la Inteligencia Artificial, como ChatGPT, se convierta en un competidor directo y que los consumidores utilicen esta tecnología para enterarse de las noticias al mantener dentro de su servidor los escritos originales publicados por el periódico. Esto plantea conflictos respecto a que una IA recopile información sin autorización de su autor como medio para entrenar su base de datos.
The New York Times considera emprender acciones legales contra OpenAI, lo que desembocaría en una eventual demanda en contra de esta última. De ser así, este caso presentaría un precedente, no solo en Estados Unidos, sino que, a nivel mundial. En este sentido, si una IA utiliza información protegida por derechos de autor sin la debida autorización o licencia, podría conllevar a que los titulares de dichas obras interpongan acciones legales con el fin de defender sus derechos de propiedad intelectual.
Por lo tanto, una eventual demanda del medio estadounidense, The New York Times, contra OpenAI, constituiría el mayor conflicto registrado actualmente sobre la protección de los derechos de autor en los tiempos de la Inteligencia Artificial. Si el litigio continúa y un juez federal concluye que OpenAI ha realizado una copia no autorizada de los artículos del periódico, el tribunal podría emitir una orden que requiera que la compañía elimine el conjunto de datos de ChatGPT. Esto significaría que la empresa estaría obligada a reconstituir dicho conjunto de datos utilizando únicamente fuentes autorizadas, lo que claramente provocaría una significativa disminución de la velocidad del proceso.
OpenAI ya enfrenta una demanda por derechos de autor de algunos creadores, quienes alegan que ChatGPT puede resumir sus obras a pesar de que no dieron su consentimiento para que sus libros alimentaran al chatbot. Ante esto, existen altas probabilidades de que, si el destacado diario estadounidense decide presentar acciones legales, su demanda se uniría a la de otros titulares de derechos de autor.
En este contexto, es fundamental tener en consideración que la Inteligencia Artificial ha revolucionado la vida de las personas en diversos ámbitos y ha desempeñado un papel fundamental en la era de la globalización tecnológica. A través de análisis de datos avanzados y automatización de procesos, las empresas han optimizado su eficiencia acelerando el procesamiento de la información.
Pese a lo anterior, el incremento y evolución de la tecnología ha generado un creciente debate en torno a la ética y utilización de los derechos de autor en el ámbito de la Inteligencia Artificial. Aunque esta última puede constituir una herramienta increíble para agilizar diversos procedimientos y labores, debemos tener cuidado de que no constituya una violación a la propiedad intelectual de terceros, ya que a medida que la tecnología avanza es probable que surjan más retos de este tipo.
La legislación chilena debe permanecer atenta a lo que ocurra con el caso de The New York Times y comenzar a evaluar cómo normar una aplicación de la inteligencia artificial que sea ética y responsable con los derechos de autor.
Columna disponible en America Retail, 06 de septiembre de 2023.