Este 8 de junio es el Día Mundial contra la Falsificación y la Piratería, lo que nos invita a hablar sobre la importancia de este tema.
En el contexto actual, ampliamente digitalizado, la piratería de productos ha evolucionado significativamente. Atrás quedaron los días en que los productos piratas se vendían principalmente en veredas o en negocios informales. Hoy en día, gran parte de este comercio se lleva a cabo a través de canales digitales, lo que presenta nuevos desafíos para la protección y enforcement de los derechos de los titulares de marcas comerciales y derechos de autor.
Uno de los mayores retos en el contexto digital es la dificultad para identificar la verdadera identidad y el paradero de quienes comercializan productos piratas. En la práctica, mediante el comercio electrónico, no siempre es fácil obtener la individualización precisa del vendedor, lo que complica las acciones legales y la aplicación efectiva de los derechos de propiedad intelectual.
De acuerdo con legislación chilena, la protección de los derechos de autor y de propiedad industrial se rige principalmente por las leyes Ley N° 17.336 sobre Propiedad Intelectual y N° 19.039 sobre Propiedad Industrial. Estas leyes establecen los derechos exclusivos de los titulares y las sanciones aplicables en caso de infracción. Sin embargo, la aplicación de estas normas en el ámbito digital presenta particularidades que requieren estrategias y herramientas adicionales.
Frente a estos desafíos, diversas plataformas de comercio electrónico han implementado mecanismos gratuitos para permitir a los titulares de derechos denunciar e impedir la comercialización de productos piratas. Estas iniciativas no solo benefician a los titulares de los derechos, sino que también fortalecen la reputación de las plataformas al garantizar productos originales y de calidad a los consumidores.
Para los titulares de derechos, estos mecanismos permiten actuar rápidamente para retirar productos piratas del mercado, protegiendo así sus inversiones y creaciones. Además, las herramientas implementadas por las plataformas suelen ser de fácil acceso y uso, lo que facilita la gestión de denuncias.
Para las plataformas de comercio electrónico, ofrecer productos originales y de calidad les permite ganar la confianza de los consumidores, lo que puede traducirse en un aumento de las ventas y fidelidad de los clientes. Asimismo, estas iniciativas ayudan a las plataformas a cumplir con las normativas de protección de propiedad intelectual, evitando posibles sanciones y demandas.
En conclusión, en el escenario digitalizado actual, la colaboración entre titulares de derechos y plataformas de comercio electrónico es esencial para combatir eficazmente la piratería, proteger los derechos de propiedad intelectual y ofrecer un entorno seguro y confiable para los consumidores. Iniciativas como los mecanismos de denuncia y bloqueo de productos piratas son pasos importantes hacia la consolidación de un mercado digital más justo y respetuoso con la propiedad intelectual.
Columna escrita por Carlos Lazcano, asociado senior grupo IP, Tech and Data.