Muchas compañías ya están viendo en la IA una herramienta para mejorar la comunicación con sus clientes y elaborar estrategias de marketing.
La industria financiera está apostando por la denominada inteligencia artificial (IA) «generativa». Así lo demuestra el nuevo estudio de Accenture, Pulse of Change, el cual plantea que el sector proyecta importantes inversiones en esta tecnología.
De acuerdo con el reporte, la banca aumentará sus inversiones en los próximos tres años en IA generativa con foco en tres áreas principales: servicio al cliente (54°/a); finanzas (50%); y marketing (41%). Por su parte, en la industria de seguros, el 60% lo hará para impulsar el servicio al cliente, mientras que el 55%, con foco en marketing, y el 48%, en fmanzas.
El reporte muestra también los principales desafíos que enfrentan actualmente las empresas para implementar la inteligencia artificial generativa. De esa forma, el 44% de los ejecutivos de la banca sostuvo que el principal desafío es una estrategia de datos; un 35%, el talento, y el 35%, la infraestructura de cloud. En el caso de los seguros, un 44% dijo que el principal desafío es la estrategia de data y el 37%, la infraestructura de cloud.
A medida que avanza la aplicación de la inteligencia artificial entre las empresas, se hace cada vez más importante una regulación acorde. El elemento más relevante es la ética en torno a los sistemas de IA. Es fundamental que el desarrollo y la implementación de esta tecnología se realicen considerando principios éticos y de responsabilidad. Esto implica garantizar la transparencia en los algoritmos utilizados, evitar sesgos y discriminación, proteger la privacidad de los datos personales y tomar medidas para prevenir posibles consecuencias no deseadas o dañinas.
Vicente Martínez, asociado senior del equipo corporativo de Albagli Zaliasnik, detalla que «durante este año fue ingresado al Congreso un proyecto de ley que busca regular, entre otras cosas, la aplicación de la inteligencia artificial en Chile, basándose en la normativa vigente en Europa. Esto es un primer avance para que las empresas puedan anticipar y mitigar riesgos«.
El experto agrega que «sin embargo, es importante tener en cuenta que aún no tenemos una experiencia sólida como país en aspectos tan relevantes como la protección de datos personales o la ciberseguridad. En ese sentido, es clave primero avanzar en las bases necesarias para implementar adecuadamente el nuevo marco jurídico que nos permita dar los pasos correctos sin entorpecer el desarrollo y la incorporación a nuestro país de los avances tecnológicos».